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Homenaje a Nelly Taljuk

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En agosto pasado partió a la casa del Señor, Nelicita Taljuk. “La Negra, la Turca, la dueña del CERELA” entre otros queridos apodos, inició su actividad en 1979 como bibliotecaria. Fue pionera en el proceso técnico del material bibliográfico, en la confección y registro de revistas en el fichero Kardex y en la atención a las publicaciones producidas en CERELA.
En el año 2000, Nelly asumió un nuevo desafío en el área administrativa contable, donde continuó su labor con la misma pasión y compromiso hasta su retiro en 2014. Su paso por ambas áreas del instituto demostró su versatilidad y su invaluable aporte al CERELA a lo largo de los años.
Más allá de su impecable trayectoria profesional, lo que realmente recordamos de Nelly son sus valores: su generosidad, su honestidad inquebrantable y, sobre todo, su habilidad para dar buenos consejos y compañía. Ella no solo era una colega; era una confidente, una amiga con la que siempre podías contar para un café, una charla o un hombro en el que apoyarte.
Su espíritu dejó una huella que no se borra. Su memoria vive en cada pasillo del CERELA y en los corazones de quienes tuvimos el privilegio de compartir con ella. Que su bondad y su luz nos sirvan de ejemplo y de inspiración para seguir adelante.